Si todo sale bien, en un plazo de tres a cinco años podrían acabarse las listas de esper para transplantes y las temidas incompatibilidades. Y todo gracias al primer corazón bioartificial, un proyecto que están llevando a cabo, por primer vez en el mundo, expertos del Hospital Gregorio Marañón,la Organización Nacional de Transplantes y la Universidad de Minessota(Estados Unidos). Se trata de "lavar" por completo el corazón, ya sea de un difunto o incluso, de un animal, con detergente biológico durante tres días y, una vez el órgano queda libre de sangre y células, repoblar la estructura cardíaca con células del paciente que va a recibir el órgano. El cuerpo lo reconocería como propio, se evitarían los rechazos y que el paciente tome medicación de por vida, y además, no habría que esperar un corazón compatible para operar, puesto que cualquiera lo sería, una vez "lavado".
Estas nuevas ideas me parecen muy favorables para el futuro ya que, si consiguen que este proyecto sea beneficioso también puede llegar a transplantar otros órganos como el hígado o los riñones.
